
11 Dic Un monstruo viene a verme
Le he dado varias vueltas a si merecía la pena hacer esta reseña ya que el libro es bien conocido. Lo cierto es que debido a su versión cinematográfica de hace un par de años, el libro tuvo su momento álgido y estuvo en boca de todos, aunque solo fuera por la película. Sin embargo, como todo lo que sube, baja; una vez que hubo pasado la moda (y el bombardeo de determinadas cadenas televisivas que producían la película), pensé que el libro con todo su valor podía perderse y que eso sería una auténtica lástima. Así que decidí que aunque fuera una reseña sencilla, me gustaría dejar constancia de esta historia que bien merece su lectura.
La historia es de todos bien sabida y no me centraré en ella, sino en lo que subyace debajo de su argumento, que aunque visto anteriormente en otras novelas, aquí no deja de sorprendernos: niño con madre enferma recibe por las noches la visita de un ser fantástico, un monstruo, que le propone un trato. El argumento juega a mezclar realidad y fantasía en un tour de force metanarrativo para ir desentrañando los sentimientos que acontecen al protagonista. Y para ello necesitamos de ese ser inventado, el monstruo del título -que podemos interpretar de múltiples modos. Con su aparición temprana en la historia se encarga de marcarnos el curso de la historia y dejarnos una incógnita. “Te contaré tres historias (…) Tú me contarás a mí una cuarta y será la verdad (…) No una verdad cualquiera. Tu verdad”. ¡Ay, la verdad! Esa verdad sutil, agazapada, que se esconde del protagonista porque le avergüenza, porque le entristece, porque le ahoga, porque no es capaz de asumir. Una verdad incómoda que el niño aparta, pero a la que habrá de hacer frente porque esa verdad forma parte de lo que significa ser humano.
Me ha resultado curioso saber que Patrick Ness, el autor de la obra, la recibió como un encargo de manos de la autora de la idea original cuando esta murió antes de escribirla. ¿Qué creó Siobhan Dowd? ¿A quién pertenece qué? ¿Cuál fue el legado real que Dowd dejó a Ness? Supongo que nunca lo sabremos, pero poco importa porque creo que la obra trasciende incluso al autor. En cualquier caso, Ness tomó el material previo y consiguió dar forma a una historia, donde la fantasía ilumina las partes oscuras, ausentes, reprimidas del alma humana.
Creo que en determinados momentos todos nos encontramos con ese monstruo de la novela -aunque en cada caso seguramente tomará formas diferentes- para hacernos presentes nuestros miedos, incertidumbres y verdades y aceptar aquello que aunque duele, forma parte de nosotros. Ese monstruo, que aún pareciendo terrible e hiriente, viene a visitarnos -cada uno sabe cuando- para recordarnos que estamos vivos y que vivir significa inevitablemente convivir con el dolor, la ausencia, pero también con la aceptación y el amor.
Un monstruo viene a verme es una novela para todos aquellos que les gusten las fábulas que indagan en el ser humano a través del gran e inestimable -y a veces denostado- recurso de la fantasía. Una historia que contiene tres historias y una verdad. Una historia que remueve, que emociona, que tensiona, que molesta. Porque como dice el monstruo en la novela “Las historias son lo más salvaje de todo. Las historias persiguen y muerden y cazan”. ¿Y acaso no es eso lo que buscamos cuando leemos? ¿Que las historias nos persigan, nos desgarren el pensamiento y nos atrapen el corazón? Y ahora que te he contado esta historia, ¿cuál es tu verdad?
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