Siempre había sido una muchacha solitaria, que al crecer y hacerse adulta, se dedicó a mendigar cariño, seguramente el que le había faltado siendo niña. Ante los demás, se dibujaba la mejor de sus sonrisas con la que intentaba encandilar a quien la rodeaba. Extendía...

Yo confieso que aunque bendiga el valor de las pequeñas cosas, me complico al dar fuerza a lo que es insignificante. Yo confieso que aunque hable sobre la búsqueda del camino sencillo, yo suelo tomar la ruta con curvas y cambios de rasante vitales. Yo confieso que aunque abandere la sonrisa como...

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