
09 May El mejor día del año
El mejor día del año para mí no es Navidad, ni mi cumpleaños, ni el día de Reyes… Para mí el mejor día del año es Sant Jordi. Al menos, este lo ha sido y yo ni me había dignado a pasar por el blog y explicároslo. Supongo que el tiempo se me va, se me escapa y creo que me urge releerme Momo para parar el tiempo y sentir que es mío como ya reclamaba en El Cuento del Viernes de Los colores olvidados.
Lo importante es que entre obligación y obligación, me detengo para saborear el presente recordando el pasado. En concreto, este Sant Jordi que, como en los últimos años, tiene algo de mágico. Estar al otro lado, dedicando libros, seguramente es una de las experiencias más gratificantes. Ver cómo los niños se acercan con curiosidad y sorpresa a los libros infantiles o como los adultos hojean los libros adultos y se ilumina algo en sus miradas cuando se reconocen en algo de Carmesina.
Esta vez tuve la inmensa fortuna de celebrar Sant Jordi más allá de Barcelona y es que las chicas de una de las librerías más bonitas de España, La libroteca El Gato de Chesire, me invitaron a participar en su San Jorge en Zaragoza. Fue una increíble experiencia celebrar mi primera parte del día con ellas y con todas las personas que se acercaron al stand. Allí tuve la gran oportunidad de conocer a otros autores e ilustradores con los que comentar el panorama actual y sobre todo animarnos los unos a los otros a seguir creando aunque a veces no resulte fácil. ¡Gracias Karo y Bea por hacer que mi Sant Jordi tuviera acento maño y gracias a Ana Villalba, a Javi Hernandez, Blanca Bk, Paloma Corral y a todos los que dedique alguno de los libros! Especiales gracias quiero darle desde aquí a Silvia, una chica que con emoción en los ojos me trajo una Inspiración dormida para que se la dedicara. Sus palabras también llenaron de emoción mi mirada.
Por la tarde, de vuelta al Sant Jordi en Barcelona me reencontré con mis antiguos compañeros de juego y creación, David y Desiree -Marta se me escapó por minutos-. Por supuesto, Playete estuvo presente en nuestras conversaciones y disfrutamos del cariño de las personas que por allí pasaban, ya fueran los incondicionales, como Cristina, Ana, Natalia, Cristal y otros que nos descubrían por primera vez.
Soy muy afortunada no solo por participar de esta fiesta un año más, sino también porque sois muchos los que me recordáis ese día y me venís a visitar y me enviáis mensajes. ¡Especiales gracias a Dacha y Silvia!
Me siento muy orgullosa de cada uno de los libros que ese día firmé, pero tanto o más orgullosa me siento de poder formar parte -aunque sea de una pequeña manera- de la vida de esas personas que se llevaron uno de los ejemplares y, sobre todo, de esas personas que me apoyan y me quieren. Sin duda, vosotros sóis los hacéis que Sant Jordi sea el mejor día del año.
¡Hasta el próximo Sant Jordi! Mientras tanto, Carmesina y Gato Negro esperan su momento para volver… De momento, me quedo con la energía y la emoción de ese día.
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